Los pichocos son una delicia si los sabes preparar, aun en la actualidad se les disfruta y los siguen vendiendo por medidas, que es una latita de sardina hasta el tope de esta sabrosa flor.
Al caminar por algunas calles de Coatzintla aun podemos ver arboles cargados en los patios de las casas e incluso se pueden encontrar de manera silvestre en algunas zonas.
La manera clasica de comerlos en con huevito, pero hay una manera de prepararlos que es la que mejor recomendamos y es en los tamales al puro estilo de un pulacle, acompañados de salsita y un atole de tamarindo, piña o naranja.
Esta flor endemica de nuestra zona tienen algunas variantes ya en en el estado de México se puede encontrar pero el sabor es muy diferente y llega a amargar al comerlo.
Su nombre científico es Erythrina coralloides conocido comúnmente como pichoco se dá mucho las zonas de Coatzinta, Poza Rica, Tuxpan, Tihuatlan, el norte de Veracruz y San Luis Potosí, llega a medir hasta 10 metros de altura.
Para preparar algún platillo con esta flor primero se desprenden las anteras, el pistilo y sólo se utilizan los pétalos que se preparan.
Un platillo común es pichoco frito con huevo, después de limpiar las flores se fríen si se desean con cebolla y se incorporan al huevo, algunos optan por utilizarlos como complemento de caldos de verduras, moles y tamales.
